Situada en un enclave del Mediterráneo, la isla de Capri, al sur del golfo de Nápoles, frente a la península Sorrentina es uno de los parajes más conocidos de Italia. Su fama trasciende lo estético. Más allá de ser un centro vacacional desde la época de la antigua república romana, Capri es un imán del jet set mundial, atraída por su lujo.

La isla de Capri es mencionada en las historias de la mitología por su encanto y su belleza natural, está compuesta por dos partes Capri y Ana Capri. Ana Capri está construida en los acantilados asombrosos de la isla y es la parte más rural de la isla. También tenemos la Gruta Azul llamada así por el juego de luz dentro de la gruta, el reflejo de la piedra caliza juega un papel en la creación de las luces en la Gruta Azzurra. Durante la época romana el Gran Emperador Tiberio habría ido a la isla para bañarse y habría pasado tanto tiempo allí que intercambió la isla de Ischia por Capri.

Piazza Umberto I es el nombre poco conocido de la famosa Piazzetta, abierta a la panorámica del Monte Solaro que posee una gran terraza con columnas blancas y a la que se llega usando el funicular. La Piazzetta es tanto para turistas como para los afortunados habitantes de Capri, el centro social. Cualquier persona que llega a Capri debe pasar entre los estrechos espacios libres que quedan entre las mesas de las terrazas, donde la gente se encuentra para el desayuno o simplemente para charlar, protegidos a menudo por las sombrillas que mitigan la fuerza del fuerte sol. A un lado de la Piazzeta, frente a la escalera, está el ayuntamiento y cerca la oficina de turismo donde puede tomar los folletos y preguntar sobre las mejores rutas, las casas de los famosos, o las tiendas más “selectas” de Capri.